Los perfiles de Grindr se comienzan a dividir claramente en dos grupos. Por una parte, los de los hombres que están buscando una relación esporádica con fiesta, con chill o directamente, con sustancias. Por otra parte, los que dejan claro que ellos no quieren ese tipo de encuentro y que no buscan chemsex.
Las autoridades sanitarias están preocupadas, puesto que el chemsex no es saludable y puede dar lugar a serios incidentes. Se trata del fenómeno de consumir drogas con el objetivo de mantener largas sesiones de relaciones sexuales en las que se incrementa la resistencia a todos los niveles.
Desde el Ministerio de Salud avisan de tres riesgos principales atribuidos a esta práctica. Por un lado, el incremento del riesgo de sufrir una enfermedad de transmisión sexual. Por otro, las adicciones que se pueden generar y que pueden acabar dando lugar a problemas para la vida. Y, en último lugar, los problemas que generan estas sustancias para la salud mental de quienes las consumen.
Las sesiones de chemsex pueden ser tan largas que incluso es posible que duren a lo largo de varios días. Se suelen organizar en casas o saunas y no siempre son solo entre dos personas, sino que a veces incluyen tríos o varias parejas. Hay quienes practican esta actividad incluso online por Skype e incluso también hay registros de personas que lo hacen en solitario mientras ven contenido para adultos en la red.
En un estudio realizado recientemente, casi un 10% de los hombres encuestados reconoció haber practicado el chemsex. Los motivos incluyen el aumentar la libido y producir una sensación de pérdida de la inhibición que permita disfrutar más de las relaciones sexuales. Principalmente se trata de un fenómeno que se está produciendo entre la comunidad gay, pero preocupa que pueda llegar a normalizarse todavía más y que llegue a más grupos.