El doping es un problema muy grave que circula alrededor de los deportistas de élite y que puede llegar a terminar con las carreras de grandes atletas. La tenista Simona Halep lo sabe bien y acaba de recibir otra acusación por ello. Ya es la segunda.
La primera acusación contra Simona llegó hace meses y eso dejó a la tenista sin la oportunidad de poder seguir compitiendo profesionalmente. Desde octubre no se ha puesto sobre la pista y eso es algo que posiblemente le esté pasando factura. Ahora, una segunda acusación, en este caso enviada desde la Athlete Biological Passport, indica que han encontrado irregularidades en su perfil.
No obstante, desde la Agencia Internacional dedicada a la integridad, el responsable del área de antidoping ha hablado y mencionado que están trabajando codo con codo con la tenista para que toda la situación se pueda resolver de una manera empática y eficiente. Entienden, eso sí, que la situación se está complicando y que ahora hay que tener en cuenta una nueva variable que podría afectar a todo el proceso.
La imagen pública de la tenista, por ejemplo, se ve afectada y lastrada negativamente cada vez que se produce una noticia como esta. El mundo ya había comenzado a olvidarse del problema de Simona Halep cuando la segunda denuncia lo ha vuelto a poner de actualidad, lo cual no es precisamente bueno para ella.
Aunque la tenista continúa en la posición 30 del top mundial, se desconoce qué podría ocurrir si no comienza a jugar profesionalmente en un breve espacio de tiempo. El problema es que las autoridades médicas ya la miran con recelo debido a la primera acusación que recibió debido a que dio positivo por el consumo de roxadustat durante el Open de Estados Unidos. Ella, por supuesto, siempre ha negado que tomara la sustancia