Desde que se pusieran de moda las anfetaminas como sistema gracias al cual bajar de peso, son muchas las personas que han sufrido sus efectos negativos. Las autoridades sanitarias recomiendan no utilizarlos, al menos si no se cuenta con la receta de un profesional de la medicina y no se realiza bajo un adecuado control. Porque si no tenemos cuidado, podríamos sufrir consecuencias muy nocivas para nuestra salud.

Las anfetaminas se convirtieron en uno de los recursos novedosos que tiempo atrás se comenzaron a usar para tratar los problemas de peso. No obstante, a medida que se realizaron estudios y con la experiencia del caso de multitud de pacientes, se comprobó que los efectos negativos de este consumo son demasiado elevados. Se vio, por ejemplo, que son pastillas que crean adicción, un alto nivel de dependencia y daños variados al organismo.

Quienes toman anfetaminas para tratar de bajar de peso se encuentran con que su temperatura corporal aumenta, al igual que la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. Todo ello puede derivar en serios problemas de salud a corto y, sobre todo, largo plazo. No menos relevante, el consumo de las anfetaminas también afecta al carácter, generando un comportamiento agresivo que suele derivar en problemas sociales en el entorno cercano a la persona que sufre los efectos.

¿Cómo saber si hay alguna persona cercana a nosotros que está consumiendo anfetaminas? Hay algunas señales en las que nos podemos fijar. Por ejemplo, el nivel de sudoración aumenta de forma exagerada. También crece el tamaño de las pupilas, la temperatura de las manos, se producen temblores de forma frecuente y esa persona deja de comer de manera habitual. También hay momentos de euforia momentáneos y el nivel de horas de sueño se reduce drásticamente, causando todo que el estado de salud se vea muy amenazado.

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