Fumar tabaco es algo que se encuentra tan adoptado y normalizado en nuestra sociedad que en momentos es posible que no nos demos cuenta de que, a fin de cuentas, el tabaco es una droga. Y se trata de una de las más peligrosas, puesto que las estadísticas confirman que es un asesino invisible que puede producirnos una gran cantidad de enfermedades.

Una de ellas es el temido cáncer de pulmón, el cual desgraciadamente se puede llegar a sufrir incluso sin haber probado un cigarrillo en la vida, tan solo por el efecto que sufren los fumadores pasivos. Esto demuestra lo peligroso que es el tabaco y la manera en la que acaba con la vida de las personas. Si dejásemos de fumar ahora mismo tardaríamos 10 años en reducir a la mitad el riesgo de que suframos cáncer de pulmón. Pero es mejor comenzar cuanto antes.

La tuberculosis se puede convertir en un gravísimo problema de salud en el caso de que seamos una persona fumadora. Las estadísticas indican que una cuarta parte de la población que hay en el mundo sufre tuberculosis de una manera latente. Pero el consumo de tabaco puede llevar a activar la enfermedad y a que suframos de manera muy grave. Si somos fumadores y sufrimos tuberculosis desgraciadamente tenemos muchas posibilidades de fallecer debido a una insuficiencia respiratoria.

En tercer lugar hablamos de la EPOC, que se encuentra causada por el tabaco como principal motivo de que la suframos. Ocurre sobre todo en personas que han comenzado a fumar cuando son jóvenes o que han sido fumadores pasivos desde niños. La EPOC produce una tos constante y problemas para respirar, además de ser un gran problema para quienes sufren asma.

Además de esto, el tabaco afecta a nuestros pulmones a todos los niveles, nos expone a infecciones de tipo respiratorio y se convierte en uno de los principales detonantes de la muerte prematura por enfermedades que no se transmiten.

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