Cuando Tailandia legalizó el uso y venta de cannabis, ya se imaginó que el país se transformaría en un foco del turismo como antes ocurrió con otras naciones. Entre otras cosas, se está viendo cómo el consumo de cannabis se ha posicionado como la idea por la que muchos negocios de hostelería quieren apostar para mejorar sus cuentas.
Hay que tener en cuenta que el uso y venta de cannabis en Tailandia solo está legalizado oficialmente para uso terapéutico y médico. El gobierno deja claro que no es algo que se permita como medida de ocio o artículo que permita a las personas drogarse sin más.
Aun así, queda claro que el país está haciendo la vista gorda y que hoy día el uso del cannabis se está generalizando de forma popular sin importar o no si se trata de una sustancia utilizada en situaciones médicas.
La principal prueba de ello se aprecia en esos muchos bares de cannabis que están apareciendo y que apuestan por hacer caja beneficiándose de la popularidad de esta droga. Se dice que el gobierno podría ignorar sus actividades como forma de conseguir que el país mejore sus cifras de turismo y que se pueda introducir en el país más dinero procedente del extranjero.
Aunque no es algo que resulte favorable, el cannabis está ayudando a Tailandia a recuperarse. En 2019 las cifras turísticas eran de primera. Se registraron 39,9 millones de visitantes que llegaron a Tailandia en busca de turismo, diversión y buenos momentos. Pero, en 2022, incluso con los cambios, por ahora solo se han registrado 2 millones de visitantes.
Debido a estas cifras es por lo que el país está buscando tan desesperadamente que haya un cambio y que, finalmente, Tailandia vuelva a ser uno de los destinos preferidos de los viajeros que se desplazan por Asia. Pero está claro que las drogas no deberían ser la respuesta.