Se llamaba José Hernández y tenía 13 años. Residente de Aurora, en Colorado, ha fallecido de forma trágica en lo que los medios y autoridades denominan como una sobredosis de fentanilo. La noticia no hace sino darle a esta terrible droga más protagonismo y hacer que siga convirtiéndose en el enemigo número 1 de los norteamericanos.

La familia ha habilitado una página de GoFundMe con la intención de recaudar fondos para el funeral y para ayudar a que la madre del fallecido pueda viajar a Estados Unidos desde México. Es una desgracia a muchos niveles, puesto que el niño vivía en América buscando una vida mejor y ha perdido su vida de una manera como esta.

Además, se le recuerda como un chico amante de la vida y muy enérgico. También era un joven alegre que siempre estaba pendiente de proteger a sus hermanos pequeños y de hacer felices a los demás. Por lo que se ha comentado, alguien le habría dado una pastilla a Hernández en su camino del colegio a casa, y él la habría tomado posiblemente engañado por sus efectos.

Hay muchos traficantes que intentan crear nuevos adictos de esta manera, regalando la primera pastilla y prometiendo unos efectos que resultan irresistibles para jóvenes de su edad. También se ha comentado que parece que hay un estudiante de su escuela que trafica con drogas y que podría haber sido la persona que le diera la pastilla.

Fue su abuela la que lo encontró con la cabeza en el fregadero del baño, con la piel totalmente fría y sus venas y su boca de color violeta. Llamaron a emergencias y le hicieron maniobras de reanimación mientras esperaban, pero la ambulancia tardó más de una hora en llegar y, para entonces, ya era tarde. El caso ha conmocionado a la región a la vista de que podría ser algo que le pasase a cualquier otro niño.

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