Hasta ahora las máquinas expendedoras que tenía el estado en Nueva York proporcionaban de manera gratuita patatas fritas y bebidas. Pero los tiempos cambian y las necesidades de la ciudad son otras. En su afán de intentar mantener la delincuencia controlada y abastecer a personas que lo necesitan, el gobierno ha convertido estas máquinas en expendedoras de drogas.

La primera máquina expendedora de este tipo se ha instalado en Brooklyn y ha sido recibida con entusiasmo por parte de los residentes. Lo único que se necesita para poder utilizarla y obtener lo que hay dentro de ella es tener un código postal de Nueva York, puesto que se quiere controlar que solo sea aprovechada por los residentes de la región.

En el interior de la máquina se incluyen, por ejemplo, dosis de naloxona, una droga que se utiliza para combatir las sobredosis que se pueden sufrir por otras sustancias. Junto a la dosis se incorporan las instrucciones necesarias a la hora de usarla, dado que las autoridades se quieren asegurar de que se salva la mayor cantidad posible de vidas.

Además de esto, las máquinas tienen otros artículos que también podrían cambiar el día a día de los vecinos con necesidades, como kits de higiene o kits para tener sexo seguro. Otros de los artículos que se pueden incluir en su interior son pruebas para comprobar si tenemos COVID, artículos de higiene femenina o suplementos con dosis altas de vitamina C.

Lo que están intentando las autoridades es que se ponga final a la excesiva cantidad de muertes que se están provocando debido al fentanilo. Son conscientes de que es un problema que sigue creciendo y al que le tienen que poner remedio cuanto antes. Con estas máquinas expendedoras esperan que, por ahora, puedan ir ganando terreno y luchando con las drogas con eficiencia.

Artículos recomendados