Aquellas prisiones en las que se encuentren recluidos prisioneros relacionados con el tráfico o el consumo de drogas, tendrán ahora un sistema de seguridad como el de los aeropuertos. Eso garantizará que no se introduzca ningún tipo de sustancia en las instalaciones y que así se puedan evitar incidentes en los que haya que lamentar alguna situación de gravedad.

Las puertas de acceso a las prisiones tendrán este control de seguridad en los que se realiza un escáner de cuerpo de rayos X y una identificación biométrica que evitará situaciones problemáticas. El gobierno quiere asegurarse de que las sustancias ilegales se quedan al margen de las cárceles y que no se convierten dentro de ellas en un problema que haya que temer.

Los administradores de prisiones de todo Estados Unidos son conscientes de que hay en algunas cárceles donde no se hace tanto control como en otras. También han hablado de cómo puede haber situaciones en las que los guardias se vean tentados al aceptar la oferta de alguno de los reclusos de proporcionarle drogas u otros elementos a cambio de una comisión en efectivo que no deje rastro. No obstante, con esta maquinaria de seguridad idéntica a la de los aeropuertos, este tipo de situaciones desaparecerán y no habrá que preocuparse por tener más drogas en las prisiones.

Los responsables de tomar estas decisiones y establecer el roadmap sobre el cual avanzará la modificación que están sufriendo las prisiones, han insistido en lo importante que resulta tener un sistema que pueda detectar cualquier objeto oculto. Eso posiblemente acabará, al menos de momento, con la introducción de drogas en las prisiones. Eso ayudará a que el día a día de las guardias de las prisiones sea más cómodo, puesto que no se tendrán que seguir preocupando por detectar que se están realizando negocios con drogas.

Artículos recomendados